leve planito de intervención (clickeas y lo ves más grande!)
DIARIO DE UNA PEGATINA:
PRIMER PEGATINA
Jueves 06/11 22.00 hs.
Con cuatro baldes, dos brochas, los afiches, las mochilas, nosotros (un, dos, tres, cuatro -un extra-) y la cámara lista...Salimos. El mail convocó: Jueves 22 hs.en Plaza Independencia, a quienes quisieran participar de la jornada. Nadie más que los presentes y decidimos largar la recorrida comenzando por la calle Ciudadela hacia el puerto: el primer borde que recordábamos del entorno seleccionado en el mapa de Ciudad Vieja.Pasamos un muro y otro, y ninguno se animaba porque creíamos que el peligro era evidente y las chances de ser capturados parecían enormes. No pudimos distinguir si nuestra mayor amenaza eran los patrulleros, los peatones o la comunidad peruana que habita la zona, de lo que sí nos convencimos era de que teníamos que ser ágiles. En el primer muro iluminado y a contrarreloj dejamos nuestra marca en todas las versiones: afiches solos, en serie horizontal, vertical, en la esquina y a la vuelta. Pero a la vuelta encontramos los restaurantes que frecuentan los peruanos y muchos de ellos estaban conversando en la calle. Nos miraron, pero ninguno se acercó y un poco mas confiados nos atrevimos a pegar a ambos lados de las entradas de sus locales. Claro que, siempre mirando de reojo y uno haciendo guardia.El riesgo mayor que corríamos era que esa persona -la cual estabamos “revelando”- estuviera allí mismo, o cualquiera de sus familiares, o sus amigos, o... Nos fuimos rápido y observamos desde la esquina, esperando causar un alboroto. Pero ellos solo se reunieron alrededor de la novedad y se disolvieron al instante.De todos los rincones aparecían grupos de inmigrantes caminando -para nosotros todos eran peruanos- y para ser inadvertidos, cambiamos el recorrido. Mas alejados de la concentración, continuamos con nuestra rutina de muros, que habíamos seleccionado previamente. Pero cualquier presencia era un riesgo. Mas que eso, un susto.Con cautela pero mas experientes, evadimos propiedades privadas hasta que comenzamos a encontrar especial encanto en aquella frase: Prohibido Fijar Avisos. Un Banco, un edificio patrimonial, una dependencia del Estado y un afiche de Urruzola fueron, entre otros, víctimas de nuestras intervenciones.Una pausa, al pasar por la Plaza Matriz donde tres amigos se sumaron a la expedición y tomamos el último tramo. Con engrudo por toda la ropa, las manos bien sucias y las mochilas menos pesadas rumbeamos a terminar la jornada a La Ronda; allí estaba Seba esperando que pasáramos por él para empezar la pegatina.
SEGUNDA PEGATINA
Martes 12/11 21.30 hs.
Tres baldes, brochas, tres personas, cámara, mapa, lapicera, un auto!Ahora especializados y mas ágiles decidimos recorrer los lugares tomados en la jornada anterior, reponer las imágenes removidas y aprovechas las cuatro ruedas para colonizar más allá.Dos actores y un chofer - fotógrafo fue la ecuación inicial.Anduvimos rápidos y eficientes; no teníamos suficiente pegamento y teníamos que colonizar los otros bordes.La premisa fue no volver a los muros empapelados, que por los registros, fueron los únicos puntos donde nuestros afiches fueron tapados en cuestión de horas. Recorrimos lo conocido y nos dispusimos a cruzar el límite norte-sur de la ciudad vieja: la peatonal Sarandí, donde encontramos el mejor nicho de todos hasta el momento en el cruce con la calle Treinta y Tres. El pavimento de hormigón lustrado fue el lienzo para ser empapelado de lado a lado de la calle. En esquema de producción en serie para ser mas rápidos (porque allí sí estábamos cometiendo una infracción) pegamos unos treinta afiches: uno distribuía el engrudo en el piso, mientras otro acomodaba los afiches y el siguiente lo sellaba, a la vez que tomaba fotos y advertía a los peatones de los riesgos del pavimento resbaladizo.Conformes con la intervención nos dirigimos hacia el entorno de la Casa del Inmigrante; zona potencial donde obtener información mas precisa sobre la identidad de la fotografiada.Pero allí la dificultad fue mayor: el director paseaba, casi patrullando el área, disfrutando de la noche de verano. Aunque esperamos un rato, sentados dentro del auto, no pudimos apoderarnos del sector. No nos resignamos y dejamos la marca en varias esquinas, tratando de no ser vistos. Si salíamos del anonimato, poníamos en riesgo el trabajo entero.Con los que quedaban fuimos hasta Facultad de Arquitectura y con ellos decoramos el monumento ecuestre del cantero de Bvar. Artigas, los muros de la acera de en frente y el callejón de H. Prato. Última pincelada y todos a sus casas.
Intervención callejera que busca provocar la mirada curiosa de las his-
torias detrás de las imágenes. Descontextualizando lo íntimo, lleván-
dolo a la vía pública; queriendo exaltar las dualidades público-privado, anónimo-conocido, ajeno-propio. Esperando que el espectador partici-
pe, que saque del anonimato esos retratos y los guarde o los publique.Aqui.
Revelar:
_ Hacer visible la imagen impresa en la placa o película fotográfica.
_ Descubrir o manifestar lo ignorado o secreto.
Diccionario de la Real Academia Española.
El proyecto propone el acercamiento a una realidad ante la cual so-
mos indiferentes. Intenta hacer conciente o visible aquello que es cadavez mas común pero que nos resulta cada día mas extraño.
Prefigurando que existen millones de historias detrás de cada inmi-
grante, sin conocerlas aún, esta actividad busca un acercamiento a
condiciones que nos son ajenas, y pretende que el espectador imagi-
ne, reflexione y comunique esos datos necesarios, reales o recreados,para tejer una red de conexiones.
Pretende construir vínculos, enlazar datos y unir acontecimientos para formular las historias no conocidas detrás de una serie de retratos fo-
tográficos anónimos, tanto para el relato de terceros, como por el po-
sible contacto directo.
Generar curiosidad, sorpresa y juicio sobre una situación que perma-
nece oculta tras los síntomas de la ilegalidad.
Se seleccionaron cuatro fotografías de una serie de negativos fotográfi-
cos que responden a un formato compositivo similar, en las que se
muestran de cuerpo entero cuatro mujeres posando para la cámara y mirando directamente hacia ella. Los negativos fueron encontrados du-
rante una visita a "La casa del inmigrante Cesar Vallejo", dentro de una caja de desechos en un depósito. Luego de revelarlos se obtuvo una serie de fotografías que relatan un paseo turístico en la costa este del país.
Para la selección se tomaron en cuenta los datos que esas imágenes brindaban: entorno, encuadre, características físicas de las personas
retratadas.De ellas se prestó singular atención a los gestos, actitudes y posturas frente a la cámara; un conjunto de subjetividades que ex-
presarán mas fielmente las sensaciones que se buscan transmitir.